miércoles, 16 de junio de 2010

Una etapa concluye

                
Bozzo

Una Etapa Concluye
                 2004

Nos acordamos de la forma genial de manejar el chiste político que tuvieron Roberto (El Panzón Soto) y Jesús Martínez (Palillo). Más recientes: Lechuga y Chucho Salinas.

El extraordinario Abel Quesada, Rius, Rosas, Fa-cha, Cabral, etc., para hablar de los de aquellos tiempos, han plasmado el chiste político en periódicos y revistas y ni qué decir de los actuales moneros de ingenio y agudeza rebozante: Helio Flores, Carreño, etc., etc. a través de la caricatura y los textos.

Todos ellos han contribuido, en menor o mayor escala, a la politización del pueblo, haciéndolo pensar y al mismo tiempo también, divertirlo y ayudarle a desahogar sus rencores contra la desprestigiada y corrupta clase política que ha gobernado siempre a México.

El chiste político en los últimos años, “ha perdido el chiste” al reducirse considerablemente la censura oficial y no me refiero a los caricaturistas, porque esta forma de crítica nunca dejará de divertirnos y en ocasiones impactarnos dramáticamente (como lo hace Pablo Picasso en su Guernica).

Pero los cómicos, maestros del chiste político, los mencionados al inicio de este artículo, y los que se me hayan olvidado, no volverán a verse.

Ahora, al inicio de este sexenio, surgieron en las pantallas de televisión, “los payasos políticos” gracias -hay que reconocerlo- a ese ablandamiento oficial de la censura.

Esta nueva clase de “cómicos” que se manejan en la mayoría de los casos, con procacidad (sin importarles el daño que ocasionan a los niños que ven sus programas), entre leperada y leperada han influido en los políticos de escasos sesos (casi todos), al grado que a algunos de ellos los han manejado a su antojo, regañándolos ante las cámaras, convirtiéndolos en “hazmerreír”, “cotorreándolos” y, a veces, humillándolos, pero lo peor, es que han querido dictar los lineamientos de la política nacional, como es el caso de Brozo, que se ha visto inclusive mezclado en escándalos de corrupción de funcionarios públicos, actividades muy ajenas al quehacer de un payaso.

En buena medida los payasos han intervenido en la política difundiendo las entrevistas a políticos de todas las tallas, por los diversos canales televisivos y radiofónicos ( Ponchito, Ramones) Pero a quien sólo le falta postularse para la Presidencia de la República, es a Víctor Trujillo, quien puede enorgullecerse de haber co-gobernado el país durante el tiempo que duró su programa “El Mañanero”.

Bueno, diría Brozo, ¡yo no traje a los políticos al programa torciéndoles el brazo! “A un pobre güey sí me lo traje con engaños para enseñarle un video, pero nadie más”

La verdad que sí es muy inteligente Brozo, pero demasiado procaz; y de payaso sólo tiene el atuendo. Ya lo veremos, si continua en la televisión, fastidiando a los brutos que se dejen entrevistar por este tenebroso personaje como él mismo se hace llamar.

El equipo con el que trabajó en su programa, es muy bueno en comicidad y simpatía, según creo, y, nos hizo pasar buenos ratos. Ojalá que sigan en la televisión porque le dan buena imagen.

Ni Brozo ni los de su equipo han muerto, por lo que pienso que no había motivo para darle un cariz dramático a la clausura del programa, el día de hoy. Sin embargo, una etapa concluye, la de la política dirigida por payasos.

Lo que sí es de hacer notar, es que este último programa fue un escaparate para que más de un vivillo se hiciera publicidad.

Dzunum
2004



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